26.11.07

Aborto Inducido en América Latina:

MUERTE A LA VIDA

El panorama del aborto en Latinoamérica demuestra que, pese al paso de los años y a una transformación hacia la libertad por parte de la sociedad, el aborto sigue siendo un tema tabú dentro de la región y que la mayor parte de las naciones continúa rechazando esta terrible forma de acabar con la vida.


TEXTO: Katherin del Solar

“Soy Helena, tenía 19 años cuando cometí el peor de los crímenes: maté a mi bebé. Tenía tanto miedo que mi mamá se muriera de vergüenza, ya que es una persona a la que le importa mucho el qué dirán. Yo lo quería, lo sentía, pero el miedo me dominó. Hasta hoy, ya con 32 años, me doy cuenta de lo cobarde que fui”. Testimonios tanto o más desgarradores que este, se encuentran constantemente en el mundo de sombras que cubre la vida de muchas mujeres, que tras saber que están embarazadas y no desean tener un hijo, toman un camino equivocado y deciden acabar con la vida de un ser inocente que no pidió venir al mundo. Mundo que, por cierto, por decisión de su propia madre, nunca llegan a conocer.

Dicen que los números hablan por sí solos y las cifras sobre este tipo de prácticas son pavorosas y decidoras. Se calcula que en el mundo anualmente, se practican 50 millones de abortos, de los cuales, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 4 millones se producen en América Latina. Cabe destacar, que, en la mayoría de los países de la región, el aborto se encuentra penalizado, salvo algunas excepciones como poner en peligro la vida de la madre, violaciones, incestos o malformaciones fetales, por mencionar algunas, por lo que, estas prácticas son realizadas en forma ilegal y en condiciones poco higiénicas, lo que entrega nuevos números negros a este desastre, pues en dichos procedimientos muere una de cada mil mujeres.

Esto bien lo sabe Alfonso, un hombre mexicano que entrega su testimonio en un sitio Web, según él, para evitar que se repitan historias como la suya. Ya con edad avanzada, define su experiencia con el aborto como “demasiado dura para contarla”, pero espera que al hacerlo, alguien tome decisiones adecuadas. Cuenta que cuando su hija tenía tan sólo 15 años, la obligó a abortar, porque pensó “es chica, ¿qué hará con ese niño?, fracasará su matrimonio y quedará su vida arruinada”. Lo que él no sabía, era que pese a que tomó todas las prevenciones que creyó necesarias ante este tipo de casos, su hija al igual que el nieto que venía en camino, moriría producto de una hemorragia y él nunca más tendría la posibilidad de ser abuelo.

Consecuencia de decisiones como la de Alfonso, América enfrenta un serio problema de salud, donde se ve amenazado el bienestar de las mujeres que se someten a procedimientos que ponen en riesgo su vida o su salud reproductiva, ya que de acuerdo a un estudio de la Organización Panamericana de Salud, la interrupción ilegal del embarazo, es la principal causa de muerte materna en países como Argentina, Chile, Guatemala, Panamá y Paraguay. Pese a esto y a la constante preocupación por el alto índice de abortos clandestinos y las muertes que este tipo de procedimientos conlleva, los legisladores de los países latinoamericanos, están conscientes que más allá de luchar por los derechos de la madre, debe pensarse en los derechos de los niños que vienen en camino.

Completamente ilegal

Chile es uno de los pocos países de la región donde el aborto en todas sus formas y sin excepciones se encuentra penalizado. De acuerdo al código Penal, en sus artículos 342 A y 245, la práctica abortiva se castiga con penas que van entre tres y cinco años de cárcel, bajo el título de “Crímenes y Delitos contra el Orden Familiar y Moralidad Pública”. Es importante recordar, que hubo un período de la historia de nuestro país, entre 1931 y 1989, donde el aborto terapéutico fue permitido por poner en riesgo la vida de la madre, sin embargo, dicha excepción fue eliminada en 1989 por el Gobierno de Augusto Pinochet.

En la actualidad, se “considera a la mujer y el valor de su vida como un bien jurídico, subordinado al feto en gestación”. Pese a esto, Chile atraviesa por una de las más grandes contradicciones en la materia, pues en enero del presente año la Presidenta de la República Michelle Bachelet, firmó un decreto aprobando el suministro de la “píldora del día después”, método que según la Iglesia Católica y los grupos autodenominados Pro vida, es abortivo.

Otros países que castigan este tipo de procedimientos, son El Salvador, donde se penaliza el aborto en todas sus circunstancias, tanto a la madre como a quien lo practica, con condenas que van entre los dos y ocho años de prisión. Honduras por su parte, considera el aborto como “la muerte intencional de un ser humano en cualquier momento del embarazo”, por lo que es penalizado entre tres y seis años de cárcel, aunque al igual que nuestro país la utilización de “la píldora del día después”, está permitida. Por último, queda el caso de Nicaragua, donde desde el año 2006, la interrupción del embarazo es penalizada bajo cualquier supuesto, incluido el de tipo terapéutico.

Permitido si…

Mientras esto es lo que ocurre en estos países, hay otros donde el aborto no deja de ser ilegal y castigado, pero existen algunas excepciones que hacen que sea permitido bajo ciertos aspectos.

En Belice, por ejemplo, la interrupción del embarazo se autoriza por razones socio-económicas, por anomalías en el feto o por poner en riesgo la salud de la madre, al igual que en Costa Rica, Haití, Perú, Paraguay o República Dominicana, donde la única salvedad para permitirlo, es que peligre la vida de la mujer embarazada. Aunque en países como Argentina, se permite no sólo cuando hay peligro mortal para la madre, sino también si ésta es idiota o demente y ha sido violada.

En otros países en tanto, el aborto deja de recibir sanciones y es lícito, si se practica por violación, malformaciones fetales, riesgo vital para la progenitora, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, bajo cualquier otra circunstancia, es penalizado y dependiendo de la nación, lleva penas entre los seis meses y cinco años de cárcel. Este es el caso de Guatemala, Colombia, Brasil, Panamá, Ecuador y Bolivia.

100% legal

Si bien esa es la situación que se da en la mayoría de los países latinoamericanos, es importante señalar que el aborto está legalizado en Puerto Rico, Cuba, México y tres países de Antillas Francesas, Guyana Francesa, Guyana y Barbados. De estos, resulta interesante destacar que Cuba fue el primer país que eliminó todas las formas de discriminación contra la mujer, por lo que el aborto es legal desde 1965 y se considera un derecho, aunque están penalizadas las interrupciones al embarazo realizadas fuera del sistema público de salud. Mientras que, en Puerto Rico, el aborto está consagrado como legítimo y despenalizado desde 1973, aunque ha habido ciertos casos donde la mediación de la Iglesia Católica lo ha impedido, como uno ocurrido en el año 2006, cuando se opuso al aborto de una niña de 10 años violada y embarazada por su padre.

Legalizado o no, el aborto es una de las formas más crueles con que un ser humano puede acabar con la vida de otro, pues éste, ni siquiera tiene opción de defenderse. Además, según mujeres que han practicado el aborto, éste produce un cargo de conciencia con el que deben vivir por el resto de sus días. Bien lo sabe Hilda, quien señala que “de cualquier modo soy una asesina, porque también me maté yo, pues estoy muerta en vida, pagando día a día la deuda más cruel de matar a un hijo”.

Es increíble pensar, después de saber que dentro del vientre materno hay vida, que existen mujeres que bajo lemas como, "Las Mujeres Deciden, la Sociedad respeta y el Estado garantiza" o "Métodos Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir", luchan por consagrar el aborto como un derecho inherente del sexo femenino, puesto que, bajo cualquier punto de vista, se trata de un delito contra la vida humana.

Es de esperar que quienes sí triunfen en su lucha, sean los grupos Pro-vida que han ido surgiendo en las distintas naciones, ya que el aborto pese a todas las flores con que la sociedad pretende adornarlo, no deja de ser otra cosa que uno de los más horribles crímenes.



Fuentes:
http://www.choike.org/nuevo/informes/4702.html
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=13910
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_6625000/6625983.stm
http://www.anael.org/aborto/
http://www.buenasalud.com/lib/ShowDoc.cfm?LibDocID=3303&ReturnCatID=10

13.11.07


Discriminación de tipo sexual en las Fuerzas Armadas:

CON EL CLOSET BIEN CERRADO

El caso de homosexualidad de los ex cabos de Carabineros Víctor Rivas y Armando Salgado, hizo que se abriera un debate ético y moral acerca de la libertad de opción sexual dentro de las Fuerzas Armadas y de Orden, lo que dejó claro que el tema no sólo es tabú en Chile, sino también en el resto del mundo. Para descubrirlo, basta con dar una mirada a lo que ocurre y ver cómo se ha presionado, discriminado y dado de baja, a personal de las FF.AA. por el hecho de enamorarse de alguien del mismo sexo.

POR: Katherin del Solar H.

Según el diccionario, un homosexual es una persona que tiene una afinidad erótica por las personas de igual sexo y un homofóbico es aquel que rechaza a los homosexuales. Estos dos términos, que antes se vislumbraban lejanos, hoy, se han hecho patentes en la sociedad, la que quizás aún no está preparada para aceptar que no todas las personas nacen con los mismos intereses o gustos respecto a su opción sexual.

Mientras menos se sepa es mejor, posiblemente esta frase es la consigna perfecta para describir la situación de muchas personas, que a causa de su inclinación sexual, no acorde a lo que acostumbramos a describir como correcto, han sido discriminadas en los más diversos ámbitos de la vida, en especial dentro de sus lugares de trabajo.

Este escenario discriminatorio de por sí, se agrava aún más, si el individuo que ha sufrido rechazo pertenece o pretende pertenecer a alguna rama de las Fuerzas Armadas o de Orden, puesto que en dichas Instituciones el accionar respecto a este tipo de conductas es bastante estricto. Quizás, la creencia popular de que los uniformados son machos recios, es lo que ha hecho que personas que se enamoran de otras de su mismo sexo tengan que padecer un tipo de discriminación, que en pleno siglo XXI se vuelve inexcusable. Sea lo que sea, lo cierto del caso es que este tipo de situaciones se repiten constantemente, sin que nadie haga nada al respecto.

En Chile, hace sólo unas semanas nos enteramos a través de los medios de comunicación de la historia de los ex cabos Víctor Rivas y Armando Salgado, que por el hecho de declarar públicamente su amor, fueron dados de baja de Carabineros, situación que la Institución trató de hacer pasar como un retiro voluntario, pero que los ex uniformados afirmaron haberse visto obligados a hacer.

El caso de estos dos hombres, que por amarse no dejan de ser hombres, nos deja claro el grado de discriminación que hasta hoy persiste en las Instituciones Castrenses y que el alto mando justifica por el hecho de que se podrían cuestionar los aspectos valóricos dentro de la rama correspondiente.

El que cree que esto pasa porque nos encontramos en un país subdesarrollado, que no moderniza su forma de pensar, está completamente equivocado, pues no sólo ocurre dentro de esta larga y angosta faja de tierra llamada Chile, sino que también, alrededor del mundo. Para muestra basta un botón, los ejemplos son múltiples y las consecuencias peores que en nuestro país.

DISCRIMINACIÓN V/S INTEGRACIÓN

No es difícil encontrar casos de rechazo o discriminación por problemas de orientación sexual alrededor del mundo, puesto que este tipo de situaciones se da más a menudo de lo que parece. Por ejemplo, en Estados Unidos desde el año 1993, se puso en práctica una ley que permite a los homosexuales formar parte de las Fuerzas Armadas, siempre y cuando su orientación sexual se mantenga en reserva. Esta ley, según el Departamento de Defensa de EE.UU. es necesaria, ya que las "conductas homosexuales" pueden socavar el desempeño del ejército.

Un caso que llevó a establecer dicha norma es el del marino Richard Selland, quien en 1992 no quiso ir con sus compañeros a un show de strep-tease y luego de burlas y acoso por parte de ellos, decidió decir la verdad y confesar abiertamente su homosexualidad, esto, porque creyó en la campaña presidencial de Bill Clinton, quien ganó el voto gay al afirmar que acabaría con la intolerancia hacia ellos entre los militares. Claro que, para lograr esto, requería tiempo y cuando el marino declaró su orientación sexual el ex Presidente de EE.UU. tan sólo llevaba un día en el poder. Finalmente, se estableció la política conocida como "no pregunte, no diga", que permite a los homosexuales seguir cumpliendo servicio normalmente, mientras no revelen su inclinación sexual. Esta política, para los homosexuales, fue considerada una traición, razón por la cual en señal de protesta muchos uniformados comenzaron a revelar su oculta identidad sexual.

Un caso similar, pero ocurrido en Colombia, es el de José Mora, quien fue expulsado de la Academia de Policía Nacional del país, por violar el artículo 121 decreto 100 de 1989, que es parte del código interno de Disciplina de las Fuerzas Armadas, ya que uno de sus compañeros, declaró haberlo visto en compañía de un hombre, haciéndose cariño, dándose abrazos y otros actos inmorales y anormales entre personas del mismo sexo.

El estudiante de policía presentó una defensa, la que fue rechazada, basándose en que según el artículo 121, dedicarse a actos homosexuales es una forma de mal comportamiento. Mientras que la Corte Constitucional, señala que “basado en la homosexualidad de una persona, uno no puede concluir que existe indignidad personal o institucional”.

Si estos dos casos suenan sorprendentes, más sorprendente aún, es lo acontecido con un oficial uruguayo que fue descubierto con conductas fuera de lo común a través de la televisión. Esto ocurrió, cuando en un programa de TV de su país, se le mostró en una fiesta gay en pleno Carnaval de Río de Janeiro, al que asistía todos los años.

La sorpresa fue que el oficial, se encontraba disfrazado nada más y nada menos que de gata y detrás de él había otro hombre que simulaba darle latigazos. Estas imágenes, bastante fuertes por cierto, llegaron rápidamente hasta sus jefes en el Comando del Ejército y a los pocos días el joven oficial tuvo que pedir la baja y dejar la Institución.

La discriminación en Uruguay es un tema que ningún integrante de las Fuerzas Armadas ha reconocido públicamente. De hecho, siempre se ha obviado o negado el debate sobre el ingreso o permanencia homosexual en sus ramas.

Sin embargo, cuando hay casos en que se comprueba la homosexualidad de algún miembro de una institución castrense, éste no tiene más que abandonar su puesto. Tal como el “oficial gata”, un capitán que tenía una estrecha amistad con un líder político, debió pedir su retiro voluntario del Ejército, al evidenciarse que ambos eran “algo más” que amigos.

Pero no todos los casos terminan de esa forma, ya que hay países que poco a poco se han ido acostumbrando a que la orientación sexual de una persona no tiene relación directa con su desempeño. Es así, como el ejército tailandés retiró oficialmente la homosexualidad y la transexualidad de la lista de enfermedades mentales, aunque mantiene su impedimento de que los gays se integren a sus filas. Esto, ya que se estima que cada año entre 2 y 5 por ciento de los jóvenes tailandeses son contraindicados para el servicio militar por declararse gays, travestis o transexuales.

De esta forma, los homosexuales son declarados como sufrientes de una enfermedad mental permanente, lo que según el portavoz del ejército, es un cambio necesario, porque “nosotros no deseamos discriminar contra nadie, nosotros sólo buscamos encontrar una expresión buena para indicar que su orientación sexual no es compatible con una presencia en el rango del ejército".

Como todo en la vida, este tipo de situaciones, también ha encontrado un matiz y no todos los países reprimen conductas que se creen atípicas dentro de las instituciones de seguridad ciudadana.

Según las FF.AA. de Gran Bretaña, por ejemplo, obligar a los militares gays a esconder su preferencia sexual, tiene un impacto más negativo sobre su desempeño que permitirles llevar una vida abiertamente homosexual.

Es así como Inglaterra desde 1999 ha decidido admitir hombres y mujeres homosexuales en su ejército. Dicha resolución hasta el momento, ha estado libre de repercusiones sobre la efectividad de las fuerzas en el campo de batalla.
Esto, sin duda, es una verdadera muestra de integración, que deja claro que para ser gay “también hay que ser muy macho”.

Después de conocer algunos ejemplos de discriminación homosexual en los ejércitos del mundo, es necesario preguntarse por qué se castiga a los gay y lesbianas, entre otros, con el retiro de las Instituciones, si su accionar no necesariamente se ve reflejado con su rendimiento al interior de la unidad castrense.

Al parecer, la respuesta es simple, estamos en un mundo que después de todo no es tan liberal como pensamos y donde aún se cree que una determinada opción de tipo sexual, es un impedimento para un buen desempeño en el lugar de trabajo, situación que se complica más aún, si se es miembro de una rama de seguridad de un país.

Por lo tanto, la única solución 100% efectiva por el momento, es reservarse tales detalles para uno mismo, ya que si los gustos sexuales son distintos a los de la mayoría y si se quiere evitar problemas, es mejor dejar las puertas del closet bien cerradas y no hacer ni tal de abrirlas, al menos no todavía.


http://news.bbc.co.ur/hi/spanish/international/newsid_3331000/3331147.stm
www.lainsignia.org
www.geocities.com
www.enkidumagazine.com

12.11.07


Homenaje

Sé que este blog es de uso académico, pero no puedo dejar de escribir acerca de una de las personas que más admiro en la vida al conocer su delicado estado de salud.

Katherin del Solar

A MI QUERIDO JOTA EME

Dicen que tener ídolos nunca es bueno, pero estoy segura que si se tiene uno como el mío, esa afirmación nunca será cierta.

Lo recuerdo desde que tengo uso de razón. No sé muy bien cómo ni cuándo pero creo que desde siempre me llamó la atención su conocimiento, sabiduría y buen uso del lenguaje. Tal vez, era extraño para quienes sabían de mi idolatría por Julito Martínez, que una niña se fijara en él como ejemplo a seguir, pues en mi infancia reinaban los cantantes, actores y futbolistas que lograban captar la atención y generaban falsas idolatrías.

Quizás, fue que JM con su facilidad de palabra, amor por el periodismo y su labia incomparable, logró despertar en mí la pasión por comunicar y sin quererlo ni saberlo, hizo que el sueño de antaño de ser periodista, hoy se esté volviendo realidad.

Recuerdo que, mucho antes de entrar a estudiar periodismo incluso, le escribí una carta a Julito con la esperanza de que él supiera que en algún lugar de esta larga y angosta faja de tierra existía una joven que admiraba su carrera y en general toda su vida de esfuerzo y que esperaba en el futuro llegar a ser tan buena profesional como él, que sin título universitario alguno, ha logrado imponerse como el más grande cronista deportivo y el poeta de las cosas simples.

No estoy segura, pero creo que esa carta nunca llegó a sus manos, porque no obtuve una respuesta a ella, pese a eso, jamás he dejado de admirar que más allá del comentario de un partido de fútbol o de alegrarse por el triunfo de su querida Unión Española, Julito Martínez era capaz de entregar valores, hablar de la importancia de la familia, del hombre, de la tierra, de la cultura, la chilenidad, las tradiciones y tantas otras cosas que, sin duda, hacen falta en la TV actual. Es por eso, que hoy, más que nunca, extraño su comentario del día domingo, sus incansables intentos por hacer de Chile un mejor país y de sus personas, mejores personas.

Creo que la vida le ha dado todo lo que merece, incluido el Premio Nacional de Periodismo en 1995, porque quién mejor que él, un hombre que ha dedicado toda su vida a esta profesión para recibirlo. “No fui a la universidad”, fueron sus primeras palabras cuando el ministro de Educación de la época, Sergio Molina, lo llamó para contarle acerca del premio, y continuó afirmando que “respeto profundamente a los que lo hicieron, porque son mejores que nosotros, los que fuimos a la universidad de la vida, de la que estoy tan agradecido…pero el Premio Nacional de Periodismo me lo merezco y debía ser para mi hace dos años, pero me lo ganaron dos periodistas mujeres”. Y es que JM sabe lo que es capaz de hacer, por lo que asegura que “soy absolutamente inmodesto en ciertos aspectos, porque la modestia exagerada es la hipocresía de los mediocres”.

A pesar de los años y todo lo que ha vivido creo que aún le quedan muchas cosas por vivir. Por eso, mi querido Julito, usted que ha sido un luchador en la vida, por favor, hoy luche por su vida, porque estoy segura que como yo, hay muchos más que aún necesitan de su conocimiento y que vuelva a nuestra deteriorada televisión. Eso sería “Justicia Divina”.