4.2.08


PERIODISTAS MADE IN CHILE

Un sabio hombre dijo un día que la mejor profesión que existe en el mundo es el PERIODISMO. Si en nuestro país todos pensaran como él, seguramente, el arte de comunicar sería distinto, por lo tanto también los periodistas serían mejor vistos, más queridos y entre otras muchas otras cosas, respetados.

Sin duda, el escritor, periodista y premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, fue capaz a través de esas sencillas palabras, de manifestar la importancia de esta profesión, para el normal desarrollo de la vida porque ¿Qué sería del mundo sin periodistas? O aún peor, ¿Qué sería del periodismo sin periodistas?

Pero, ¿qué tan difícil es la vida de un periodista? ¿Es verdad que tienen mucho trabajo, poca plata y un desgaste familiar? Para saberlo, periodistas chilenos de distintas edades, nos confiesan todo lo que a un aspirante a Periodista le gustaría saber en las tres verdades del periodismo chileno actual.

Verdad # 1
JORNADAS LABORALES


Mucho se dice respecto a las pocas posibilidades que existen para los periodistas en Chile, lo mal pagado que es el trabajo y las largas jornadas laborales, pero en todo esto ¿Hasta dónde llega el mito y comienza la realidad?

José Miguel Infante, Periodista y Docente de varias universidades nacionales, asegura que las expectativas que él tenía respecto a la profesión de periodista, han sido superiores a lo que siempre soñó. “nunca pensé tener una profesión tan maravillosa como la que tengo. Pero debo confesar que cuando yo le dije a mi madre que quería ser periodista ella lloró, porque tenía una imagen aberrante de estos profesionales”.

Reconoce que el periodismo es algo de vocación “recuerdo que en la primera clase, el director de la escuela fue y nos dijo, “los que quieran ganar plata, salgan de está sala, porque ésta no es una cuestión de dinero”. Nadie salió, todos se quedaron, todos sabíamos que no nos íbamos a hacer ricos y que el mercado laboral es difícil. Pero sólo con el tiempo nos damos cuenta que es un desafío asumir este camino”.

Lo más sacrificado de ser periodista, dice relación con las largas jornadas laborales. La mayoría de estos profesionales, dejan de tener horario, porque la noticia no espera, pero ellos saben que trabajar en un medio de comunicación, es de por si un trabajo “anormal”.

Gustavo Huerta, Periodista del programa Zoom Deportivo y de 24 horas edición matinal de TVN, es un protagonista de ello. Confiesa tener horario de entrada, pero no de salida “mi horario es horrible, llego de lunes a viernes a las 6:00 de la mañana al canal para hacer mi comentario en prensa, pero además trabajo en el Área Deportiva de martes a domingo. En teoría no tengo ningún día libre, pero me esfuerzo mucho los jueves y viernes, para tratar de dejarme libre un sábado o un domingo. Como el “Zoom Deportivo” va el domingo, no es prioridad, entonces en la semana, tengo horario de edición entre 11:00 y 12:00 de la noche”.

Otro periodista que entrega su experiencia es Pablo Millas, Periodista, ex reportero matinal y actual productor ejecutivo de Telecanal, él, señala que cuando estudió periodismo, no pensó en nada respecto a los horarios o al sueldo, “comencé a darme cuenta de esas cosas cuando ya estaba trabajando. De hecho por ahí pasó mi decisión de retirarme de los matinales, más que nada por el horario. Quería una agenda normal. Pero cuando ya estás trabajando te das cuenta de eso, que es muy poca la plata o que tienes que ir todo el día de aquí para allá”.

Verdad # 2
LOS BAJOS SUELDOS

Pero el principal problema en la vida de un periodista no tiene tanta relación con el horario, porque poco a poco se va transformando en algo normal y completamente abordable. Como dice Karina Gutiérrez, Periodista de una empresa de análisis informativo, “son los primeros trabajos y uno es joven y aguanta. Puedes esforzarte y trabajar en más de una parte y no importa si tienes que trabajar toda la noche o todo el día, porque uno va ganando también más nombrecitos en el papelito y te van valorando mucho más, por lo que puedes optar a trabajos más normales”.

De ser así, el real problema de un periodista, como el de cualquier otro profesional, es el sueldo. En este sentido, mucho se dice, pero poco se sabe, sobre ¿Cuánto gana realmente un periodista? Por eso, este grupo de profesionales confiesa cuál fue su primera remuneración, para que los periodistas del futuro no se hagan falsas esperanzas.

MI PRIMER SUELDO FUE...

KARINA GUTIÉRREZ (25)
“Mi primer sueldo fue en la práctica eran $30.000 pesos que servían para locomoción y almuerzo lo que no me alcanzaba para nada. Después en TVN, ganaba $38.000, con los que me compré un pantalón. Ahora gano casi $350.000”.

PABLO MILLAS (36)
“Mi primer sueldo, fue de $220.000, y con él abrí una cuenta corriente, quería tener chequera, le hice un cheque a mi mamá por “luca” y se lo dejé encima del velador para que viera que tenía”

JOSÉ MIGUEL INFANTE (46)
“Mi primer sueldo cuando era practicante, fue de $8.000, lo que me alcanzaba para pagar parte del arriendo. Pero mi primer sueldo propiamente tal fue de $38.000 en la UPI, con eso me sentía casi millonario y le regalé un abrigo a mi señora”

GUSTAVO HUERTA (27)
Mi primer sueldo fue de $100.000 de una colaboración al diario “El Día”, después fueron $90.000 de mi práctica profesional en Mega y cuando me contrataron me pagaban por día trabajado, me hacía entre $250.000 y $300.000. Toda esa plata la he ahorrado”

JOSÉ ORTÍZ
“No recuerdo mi primer sueldo, porque fue en escudos, pero tiene que haber sido uno bueno, porque compré varios ternos”


Verdad #3
PERIODISTA ¿HOMBRE SOLITARIO?


La vida de un reportero es generalmente “solitaria”, ya que de las largas jornadas laborales poco tiempo les queda para su vida personal. Pero a pesar de todo, este no ha sido un gran problema, porque la satisfacción de estar haciendo lo que les gusta, lo recompensa todo.

Para algunos, sin embargo, el trabajo ha significado entre otras cosas el reproche de las familias, como le ocurrió a Karina Gutiérrez, “mi familia me ha reclamado mucho los horarios, por ejemplo los de Televisión Nacional. Salía de mi casa a las dos de la tarde, cuando ellos ya se habían ido y llegaba a las tres de la mañana, cuando estaban durmiendo y ahí empecé a recibir muchas críticas respecto a mi ausencia y eso que dicen por ahí de que los periodistas nunca se casan o que los periodistas no tienen familia, puede ser verdad. Espero que no sea así, pero es complicado, porque uno tiene que estar en el momento que te pidan o si no, no sirves, porque tienes que estar cuando ocurre la noticia”.

Pablo Millas por su parte, reconoce que el trabajo es importante, pero que de pronto los periodistas se exigen demasiado, “yo soy cuadrado, doce años me acosté a las diez de la noche de lunes a viernes y sin salir los fines de semana. Me costó vida y exageré”.

Sin lugar a dudas, todo trabajo, requiere de cierto sacrificio, pero el placer de disfrutar lo que se hace lo recompensa todo. Gustavo Huerta, dice haber dejado mucho en pos de la profesión, pero asegura que todo ha valido la pena “he perdido hartas cosas por esto, pero no ha sido un sacrificio, porque me he quedado con un gustito dulce de todo. El hecho de tener que trabajar, por ejemplo, para el día de la mamá, para el cumpleaños de tu papá o para fechas importantes entre amigos, es fuerte, pero hasta hoy, no lo he tomado como un sacrificio. Respecto a la vida en pareja, creo que la persona que esté contigo tiene que conocer completamente la actividad del periodista para que funcione”.

José Ortiz, Periodista y Docente UDP; recuerda que durante su estadía en los diferentes medios de comunicación, conoció muchos periodistas sin familia o bien, separados. Reconoce además, que al ver eso, no se preocupó mayormente por formar una familia, “por el trabajo, me casé mayorcito, pasado de los 40 años. Nunca estuvo en mis planes el matrimonio, porque entre mis colegas no veía hogares bien constituidos, no veía familias”.

Pero no todos opinan igual, José Miguel Infante, dice que el tener una familia depende de una actitud, no de un trabajo. “en mi caso me han acompañado desde siempre, mi señora ha sido mi gran compañera. Cuando nos casamos yo le dije alguna vez en tono de broma, tú te estás casando con un periodista, lo que significa poca plata y largas horas de trabajo. Pero, el tener una familia es algo absolutamente posible, porque trabajando con inteligencia, uno puede ir manejando todo eso”.


Como podemos ver, los tres elementos analizados, tienen relevancia en la vida de cualquier Periodista. Ahora bien, ¿mito o realidad? Eso sólo depende de cada uno y de la manera en la que desarrolle su carrera, pero lo que sí está claro, es que al periodismo nacional le hace falta un cambio de tuerca, para que de una vez por todas pueda ser una profesión marcada por el prestigio y la calidad.